sábado, 22 de noviembre de 2014

LOS CUATRO PALOS DE LOS ARCANOS MENORES Y LA SIMBOLOGÍA DE LOS ELEMENTOS





LOS 4 PALOS DE LOS ARCANOS MENORES  Y LA SIMBOLOGIA DE LOS 4 ELEMENTOS.
Al examinar los Arcanos Menores, vemos que se componen de cuatro grupos (o palos): Copas, Varas (o Bastos), Oros (o Pentaculos) y Espadas.
Cada uno de estos palos tienen su propio significado básico que se subdivide en las cartas numeradas del 1 (As) al 10, y las cuatro cartas cortesanas: Paje, Caballero, Reina y Rey.

Se han hecho muchas tentativas de vincular los palos a los cuatro elementos. Aunque existe una correspondencia inconfundible entre estos grupos y los elementos, también existen diferencias. Esto sugiere que no deberíamos limitar nuestra atención a los elementos sino que deberíamos ahondar un poco más. ¿Por qué nos presentan estos símbolos en vez de otros? ¿Por qué estos cuatro símbolos se hallan también sobre la mesa de trabajo del Mago (Arcano I) en la primera carta de los Arcanos Mayores? Los cuatro símbolos representativos de los cuatro elementos aparecen a menudo en la mitología, pero queremos saber cuándo hicieron su aparición por primera vez en la baraja.

El Larousse World Mythology muestra una copa, un cetro, un anillo y una espada sostenidos por las manos de la divinidad andrógina (mitad masculina, mitad femenina) de cuatro brazos, Ardhanarisvara. Esta divinidad es una combinación de  La Diosa Kali y Shiva.




La diosa griega del destino, Némesis, llevaba los mismos símbolos: una copa, la rama de un manzano, una rueda y una espada. Y otros dioses de todo el mundo, como el dios mono indonesio, Hanuman, parecen tener este cuarteto como atributos propios.

Sin duda estos cuatro símbolos encierran un significado profundo y se han entendido del mismo modo en épocas diferentes y en diferentes partes del mundo, las varas (bastos) toman forma de cetro o de rama de manzano. Los Pentaculos, que se representan como círculos o como monedas, también se ven como anillos o ruedas, y las espadas, como las copas, siempre son las mismas.

Las copas y las formas huecas asociadas son un símbolo inmemorial del principio receptivo del cosmos, interpretado hoy como una faceta del yin o del factor femenino. La espada siempre se ha reconocido universalmente como el principio cósmico que tiene que ver con la separación y la diferenciación: una faceta del yang o factor masculino. Las formas circulares, como los Pentaculos, son femeninas, también, y las formas verticales, como las varas (bastos), son masculinas.

Llama la atención que, en varios mitos, estos cuatro atributos de divinidades deferentes se pueden reducir a varias formas de dualidad: la polaridad primitiva, el yin y el yang o masculino-femenino. Incluso en la Iglesia cristiana encontramos este simbolismo en la forma del cáliz y la cruz.

Precisamente el hecho de que una divinidad andrógina, símbolo en si misma de la fusión de lo masculino y lo femenino, posea estos cuatro atributos revela incluso con mayor claridad que la función de los palos de los Arcanos Menores y los objetos colocados sobre la mesa del Mago en los Arcanos Mayores es indicarnos la polaridad primaria del cosmos, que se expresa en los contrarios de la luz y la oscuridad, el día  y la noche, la actividad y la pasividad, la creación y la recepción, lo masculino y lo femenino. 

Todos nosotros necesitamos encontrar una manera de dar equilibrio a esta polaridad dentro de nosotros mismos. Es nuestro camino y nuestro destino. No encontrar el camino sería, literal o figurativamente, “fatal” para nosotros.

Por este motivo estos símbolos son también los atributos de Némesis. Los estoicos la adoraban porque la veían como el principio que regia el curso del mundo y la naturaleza. Incluso Zeus temía a Némesis: era implacable e ineludible.
 Si existe una falta de equilibrio entre el yin y el yang en nuestra vida cotidiana, inevitablemente acusaremos las consecuencias, bien en forma de problemas externos o en forma de miedos y pesadillas, bien como enfermedad física o como problemas mentales; por ejemplo una neurosis.

No hay nada nuevo en todo esto, pero, en épocas antiguas, la forma de expresarlo era a través de símbolos, tales símbolos se encuentran en forma de parejas en el Tarot, cuando los reconocemos en las tiradas podemos determinar qué lado del equilibrio tiene prioridad en nuestra vida. Dada la estrecha correlación entre los temas de los Arcanos Mayores y los de los antiguos mitos, parece poco probable que hacia el final de la Edad Media alguien se limitara a sentarse una tarde y creara los diseños básicos de las cartas.

El simbolismo del Tarot parece más bien el precipitado del conocimiento original que todos llevamos dentro de nosotros desde tiempos inmemoriales y lo hemos expresado de formas innumerables en mitos e imágenes. Es posible que este conocimiento fuera guardándose gradualmente en estas 78 cartas.

Las cartas me parecen a mí el resultado de un proceso de crecimiento en el que varios diseñadores han puesto su parte; diseñadores que, como producto de su tiempo, estaban influidos inconscientemente por éste. Por esto ciertas barajas del Tarot se han podido quedar anticuadas a causa de su fuerte conexión con el periodo en que se crearon.

El Tarot como vía de conocimiento
El Templo del Tarot.-


HISTORIA Y ANTECEDENTES DEL TAROT















Historia y antecedentes del Tarot


Los orígenes del Tarot permanecen sumidos en la oscuridad. Según algunos, tenemos que buscarlos en los ritos de iniciación del antiguo Egipto. Otros ven conexiones con India. También  hay quienes consideran las cartas como depositarias de la tradición oculta de los romaníes nómadas (o gitanos), y así sucesivamente.

La verdad es simplemente que lo desconocemos. Por otro lado, las referencias históricas al Tarot son tardías: sólo al final de la Edad Media empezamos a oír hablar del Tarot. Sin embargo, son muchas las personas que coinciden, tras estudiar a fondo las cartas, en que su origen es más antiguo.

Es posible que en un tiempo el Tarot fuera algo diferente al conjunto de cartas que conocemos hoy en día, o tal vez la baraja recibiera otro nombre.
Por ejemplo, se sabe que ciertas imágenes de pequeño formato (¡cartas!) desempeñaban en otro tiempo un papel en la preparación e iniciación religiosa en países orientales. 
Estas imágenes simbólicas eran en esencia una especie de lenguaje secreto, un código con un dogma o pensamiento asociado que sólo podían entender los iniciados.

Este método de transmisión del conocimiento oculto se encuentra también en el resto del mundo. Universalmente, desde los mayas a Pitágoras, encontramos símbolos, bien abstractos, bien en forma de imágenes, cuyo significado es más profundo que lo aparente a primera vista. No obstante, lo que es importante en relación con el Tarot es que las cartas de hecho ya se usaban en Oriente además de pinturas y murales.

También parece existir una conexión entre la tradición oriental y el simbolismo del Tarot.


Karen Hamaker-Zondag – El Templo del Tarot