Pautas a seguir, para meditar con los 22 Arcanos Mayores del Tarot.-
Empezar
eligiendo uno de los Arcanos Mayores (el
adecuado para la situación que se desea trabajar).
Debemos
de meditar con la carta al menos de 8 o 10 minutos. Examinar mentalmente
despacio hasta conseguir visualizarla en nuestra mente, después daremos la
vuelta a la carta y visualizaremos la imagen lo más detalladamente posible.
Empezaremos
la relajación comenzando por los pies y
avanzando lentamente por las piernas, abdomen, pecho, hombros, cuello, cara y
cabeza. Respiraremos naturalmente por la nariz tomando conciencia de la
respiración, deteniéndonos en cada punto al menos 4 respiraciones completas.
Cuando
sintamos que estemos suficientemente relajados traeremos la imagen del Arcano
elegido y la veremos como en una carta: es decir como un trozo de cartulina con
su borde y el dibujo, todo ello suspendido sobre un fondo negro.
Cuando
hayas fijado esa imagen en tu mente, concentrémonos en ella y comienza a acercarte a ella muy
lentamente, de modo que el fondo negro imaginado desaparezca y todo el alcance
de tu visión mental quede ocupado por el dibujo de la carta rodeado por su
borde.
Cuando
lo hayas conseguido, descubrirás que te encuentras ante un paisaje a través de
una especie de marco blanco. En la entrada de ese marco aparece el nombre de la
carta que has elegido escrito con letras negras, parece muy grande. En la parte
superior del marco aparece el numero romano de la carta elegida, también te
parecerá muy grande. Por último a los lados de la carta aparece el resto del
marco blanco que rodea a la carta.
Ya
hemos visualizado al completo la carta, lo que vamos a hacer ahora será ir
penetrando mentalmente en el paisaje que hay mas allá del marco del Arcano.
Una
vez superada la dificultad que se puede experimentar en este punto, veréis que
os sentís libres de andar por el paisaje que habéis visualizado. Todo toma vida
y movimiento, intenta sentir la brisa en el aire, capta algún olor o alguna
sensación de calor o frio.
Podremos
conversar con los habitantes del paisaje y recibir la información que ellos nos
dan o las impresiones que percibamos.
Hay
que tener claro que esto es una experiencia subjetiva, no objetiva. Debemos
tener la mente abierta, hay que dejar fluir la visualización hacia donde ella
te quiera llevar, no te cierres a ninguna información por absurda que te
parezca.
Al
principio de hacer este ejercicio puedes cansarte enseguida, pero poco a poco
el tiempo de la meditación será más extenso.
Cuando
sintamos internamente que la meditación va a llegar a su fin, solo nos queda regresar, lo cual debemos de hacerlo correctamente, es decir
todo el proceso vivido hasta ahora debemos de hacerlo a la inversa, para no
sufrir después ningún tipo de desorientación al pasar de un estado de
conciencia a otro.
Simplemente
retroceder por el marco blanco, viendo reaparecer el nombre de la carta bajo
nuestros pies; y sentir que traspasamos el límite de la carta y nos sentimos de
nuevo sentados de forma cómoda, visualizando como la carta se aleja en nuestra
mente para iniciar el proceso de relajación a la inversa, cabeza, rostro,
cuello, hombros, pecho, abdomen, piernas y finalizamos con la sensación de
tener nuestros pies en el suelo.
Nos sentimos anclados y centrados en el. Nos
movemos en nuestro asiento y abrimos y cerramos las manos lentamente, nos
hacemos sensibles a ellas y abriendo los ojos lentamente nos vemos y sentimos
de nuevo en el aquí y ahora de nuestro momento presente.
Cuando
hayamos vuelto a la conciencia normal y antes de hacer cualquier otra cosa, escribiremos
la descripción completa de las
experiencias vividas. Lo que vio, sintió y escucho.
Cuando
hayamos escrito todo lo percibido, aseguremos nuestra vuelta plena a la
conciencia, golpeando el suelo con nuestros pies, como señal de estar en
nuestra realidad consciente.
Natividad
Navarro.- ©
Meditación
del Taller “El Tarot como Espejo” – El Templo del Tarot.-