domingo, 24 de noviembre de 2013

¿Está el futuro predeterminado?








¿Está el futuro predeterminado?
La vida es un proceso, es un torrente de movimientos. Las cartas del Tarot pueden ayudarte a decidir la naturaleza y las características de lo que sucede a tu alrededor y que cosas desempeñan  un papel en ello. Los procesos descritos tienen su propia legitimidad y modo de desarrollo, y con toda seguridad lo constatarás por tu propia experiencia. Supongamos, por ejemplo, que la imagen conjunta que presentan las cartas evidencia cierta situación que ha llegado al límite para ti y que exige cambios; es posible que te convenzas de que alguna situación de este tipo se materializara en la vida cotidiana y te hará pensar según estos parámetros. Es más, tus contactos con quienes te rodean y las reacciones que ellos muestren hacia ti pueden dejar claro que algo tendrá que cambiar.
Hasta este punto el futuro está predeterminado. Pero (y recalcamos el “pero”) al identificar los procesos que operan, puedes enfocarlos de forma constructiva y sacer provecho de ellos, también este es el motivo por el que es difícil “predecir” si algo va a acabar en drama o en crisis: depende del individuo.
En cualquier caso, las cartas revelan las tendencias básicas, pero ciertamente no ofrecen un análisis detallado. De modo que queda espacio para maniobrar. Cada tendencia puede materializarse de múltiples maneras, finalmente, cuando consultas las cartas sin el impedimento de alguna emoción fuerte como la ansiedad, las ideas que te formas de la situación pueden influir en su posterior avance, por no mencionar la forma de abordarlo. De hecho, mientras se tiran las cartas ya estas cambiando el resultado de la tirada, aunque no necesariamente en sus rasgos principales.
Supongamos que una relación que mantenías ha entrado en crisis y deseas saber qué va a suceder. Sacas la  carta de la Torre y ves un rayo que impacta sobre ella y a dos personas cayendo al suelo.
Una primera reacción lógica puede ser: “¡Santo cielo!, Va a haber una disputa, una pelea y una separación”. Pero hay que considerar bien el significado simbólico de la carta y su papel en todo el proceso de individuación, y toda la situación aparecerá bajo una luz por completo diferente. La carta te advierte que si te has atascado en ciertas ideas y actitudes y no lo has advertido, o rehúsas ver las señales que te indican que hagas algún cambio, llegara el momento en que el inconsciente estará sometido a tal presión que “el dique acabará por romperse”. Por consiguiente, no hay motivo para que la predicción de la Torre signifique una separación.
Lo que de hecho te dice la carta es: echa una ojeada a aquellos aspectos en los que te encuentras demasiado encerrado, siguiendo patrones y convicciones rígidas en relación contigo mismo o con la otra persona. Han dejado de ser útiles. Si eres capaz de afrontarlos, la relación puede continuar sin desmoronarse. Lo único que dice la carta de la Torre es que ha llegado el momento de una renovación y que, de una forma u otra, veras que ésta se concreta en tu relación, bien a través de cierta agitación, bien mediante una explosión terrible de emociones, o bien de algún otro modo.
El punto crucial del asunto es que el Tarot, como espejo de tu inconsciente, revela qué parcela es la adecuada para la experimentación en este momento. Por mi propia práctica, sé que ha sido capaz de llegar hasta este punto, pero no he sido capaz de predecir lo que hará el cliente o si la evolución de los acontecimientos será constructiva  o destructiva. Y esto nos lleva a otro factor esencial a la hora de tirar las cartas: las preguntas a las que hay que responder con un “si” o un “no” no pertenecen al Tarot. Este conjunto de cartas llenas de simbolismo te permiten un discernimiento general acerca de procesos y dinámicas. Revela entornos de situaciones. Y esto excluye cualquier “si” o “no” breve y simplista (ya que el Tarot no lo es). 
Por lo tanto, es preferible evitar preguntas del tipo “blanco o negro”.

Fuente: Extracto del libro.- "El Tarot como vía de conocimiento". Karen Hamaker Zondag.

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